Desayuno en el jardín del motel, leyendo nuestros libros mientras nos dan los primeros rayos de sol. Hoy vamos a ver el Gran Cañón. Diría que es el lugar que más ganas tenía de conocer…llevo meses soñando con él. Me hubiera gustado quedarme allí un par de noches para poder hacer alguna ruta a pie hacia el río Colorado y pasar noche en el Phantom Ranch, pero el Xé no tiene tanto amor por la naturaleza ni mi sangre montañera-pilarista (no todo el mundo es perfecto).
Para ir al Gran Canyon desde Flagstaff de la forma más rápida hay que coger la I-40 y luego subir por la 64, pero nosotros decidimos subir por la 89 hasta el lateral este del cañón y luego llegar hasta el Parque por la Desert View y así disfrutar de las vistas bordeando el cañón. El paisaje está genial, porq cambia muchísimo desde Flagstaff (super verde) al Cañón (super rojo).
Al llegar al hotel nos instalamos (el yavapai: está genial, no es de los del borde del cañon, pero está en medio de un bosque, y muy cerquita de todo), descansamos un poquito, y nos fuimos a ver el atardecer.
Voy a poner fotos y voy a intentar enrollarme lo mínimo, porq aquí sobran las palabras.
Solamente recomendaros que si vais a la punta más alejada del cañón para ver el atardecer id preparados, y sobretodo cercioraos de cuál es la hora exacta a la que pasa el último autobús (eso de que ponga que el último sale media hora después del atardecer es ambiguo a más no poder). Nosotros fuimos los típicos irresponsables que salen en las noticias de antena 3, se nos hizo de noche, noche cerrada, eh? empezó a llover, sin cobertura de móvil, ni una sola farola que iluminara, y a un par de horas andando del lugar habitado más cercano…acojonante. Ahora hasta ese momento, todo buen rollito con la guitarra y el atardecer entre las rocas.
Al final nos recogieron, que miedorrrrrrr y volvimos felices (de verdad que nos acojonamos muchísimo), así que en el autobús nos pusimos a cantar de la alegría y la gente haciéndonos fotos (debíamos ser un show).
Al llegar al recinto de los restaurantes decidimos darnos un premio y cenamos en el Bright Angel Lodge unas ribs con salsa barbacoa (casi tan buena como la de Planet Terror) previa toma de cervecita en el bar de al lado y hale, después a mimir que al día siguiente nos levantábamos prontito para ver el amanecer en otra zona del cañón.