Amanece un día más en la vieja 66, nos despertamos prontito pues hoy nos espera un día duro, cruzarnos tooodo New México e intentar llegar hasta Arizona.
Yo no las tenía todas conmigo porque era un camino largo, pero había leido en algún blog que Gallup (último pueblo de NM) era una ciudad solitaria, inhóspita y no muy recomendable (con marcas de balas en los escaparates de las tiendas), y por eso teníamos intención de llegar un poco más lejos para no tener que pasar noche allí. Al final resultó que Gallup nos encantó, como ciudad es verdad que no tenía nada, pero nos lo pasamos genial la tarde-noche que pasamos allí!
En fin, amanecimos en el Super8, nuestro primer de carretera de verdad, con ese regusto a ranciete de los moteles de carretera (el Big Texan era demasiado cool).
De ahí nos fuimos al centro de Santa Fe a desayunar como verdaderos mariachis, un burrito picante.
Luego fuimos a darle de comer a Néstor, lleno del todo menos de 40 euritos, la gasolina en USA es barata, y de muuuuuuuuuuuuuu mala calidad, no me extraña que no quieran suscribir el protocolo de Kioto, se pasan las emisiones de co2 por el forro.
Empezamos la ruta tomando una decisión: parar o no parar en Madrid. Yo tenía ganas porq lo había visto en el blog de Esther y era igualito que en la peli de Cerdos Salvajes, pero finalmente decidimos bajar por la I-25 y llegar a comer a Albuquerque, ya que luego teníamos un tramo largo hasta Gallup y no queríamos que se nos hiciera tan tarde como el día anterior.
El viaje se caracterizó por tres cosas:
1. Descubrí mi amor desmesurado por los trenes de mercancías. La vía nace en Santa Fe y llega hasta California, y los trenes de mercancías nos acompañaron toooooooda la ruta. Xevi estaba celoso porq cada vez que veía uno gritaba como posesa de la emoción: ¡Mira Xof, mira un tren! Y claro, imagino que la primera vez gracia, pero 100 veces al día puede ser cargante…
2. Xevi también me dio la tabarra, no os creáis, se paso todo el viaje hasta Albuquerque acabando sus frases con esta coletilla: …para algo soy el Alcalde de Albuquerque.
Para que no, pero estar todo el camino escuchando..yo no me he perdido, para algo soy el alcalde de Albuquerque…no me he quedado sin gasolina, porque soy el Alcalde de Albuquerque…vamos a parar a comer, que por eso soy el Alcalde de Albuquerque…en fin, para que dar más detalles, no?
3. Pero si os creíais que iba a ganar él a pesado, estáis muy equivocados, porque yo tenía un as en la manga: las nubes de los Simpson!!! Efectivamente y como decía Esther, en NM las nubes son tan redonditas y esponjosas como las de la serie, así que me pase el viaje fotografiando nubes, entre tren y tren…y al camión del Diablo sobre ruedas que nos perseguía!!
Bueno, en Albuquerque paramos a comer en un diner muy chuli, la gente tenía en las mesas hamburguesas combinadas con batidos enoooooooooooormes coronados de nata montada, nos quedamos alucinados, pero recordamos que Vincent Vega se sorprendía cuando Mia pedía para acompañar la cena un batido de 5 dolares, así que por muy raro que nos pareciera, decidimos comer con un buen batido de 5 dolares al más puro estilo Pulp Fiction!!! El mío era de frutas del bosque con galletas oreo, y el de Xef de banana con crema de cacahuete, no se cual estaba mejor….unas bombas, pero con un sabor insuperable!!
Como el viaje de la ruta lo organicé yo 100% y Xevi quería aportar su granito de arena decidió crear una ruta alternativa hacía Las Lunas, (la antigua antigua ruta 66 pasaba por las Lunas al sur de Albuquerque, pero luego se modificó, aunque todavía se conserva un tramo de la ruta que pasa por allí). El caso es que nos perdimos, así que imaginaos el éxito de la ruta alternativa. Lo único bueno de este tramo fue que cruzamos el río Grande! Despues de tragarme tantas pelis de John Wayne obligada por mi padre cuando era pequeña era un lujo para mi atravesarlo!!
Bueno, el desierto de NM estaba lleno de casinos indios, también como en los Simpson, a media tarde paramos en Grants, allí compramos una cuerda para que Xevi se pudiera colgar a Aime.
Y encontramos un antro de mala muerte, en el que había tres personas: uno era el dueño, otro la mujer del dueño, y el tercero, un indio (jefe indio) que jugaba al billar con el dueño del bar. Con toda esta clientela, imaginaos cuando nos asomamos por la puerta preguntando si podíamos fumar dentro. Estaban tan desesperados que dijeron que sí, y luego estaba el bar lleno de carteles de “prohibido fumar”!! Los tíos eran super majos, como siempre, el indio era silencioso y observador…como los de las pelis…la barra estaba totalmente forrada con billetes de un dólar dedicados. Nos pareció super original, aunq después de esto vimos un par de bares en la ruta con el mismo decorado.
Continuamos de ruta hasta Gallup, y buscamos un motel con piscinita, allí había unos hermanos que eran fontaneros que venían de Colorado para hacer un trabajo en Gallup, estaban borrachos como cubas y se pusieron a cantar con nosotros, nos invitaron a cervezas y Xevi tocó la guitarrita hasta que anocheció, nos lo pasamos muy bien.
Como premio decidimos irnos a cenar al motel el Rancho, nos lo había recomendado la pareja del bar de Grants, y nos contaron que era famoso porq era donde se alojaban los actores de Hollywood que iban a NM a rodar películas de vaqueros. Comimos fenomenal (nuestro última comida mejicana), y luego nos tomamos unos cubatitas en la terraza del hotel. Desde ahí vimos 3 persecuciones con coches de policías, una de ellas paró justo en la acera de en frente del hotel, dos coches de policía flanqueando al coche perseguido, con unos focos enorrrrrrrrrrmes, estuvieron casi 3 cuartos de hora cacheándoles, daba miedito, la verdad. Además, el barman nos dijo que si queríamos fumar y salíamos a la terraza escondiéramos las bebidas porque no se puede beber en la calle, aunque sea en la terraza del hotel, y con tanta policía pasando estábamos acojonaus! (y un poco pedos…)
En fin, así pasamos una noche más en la Ruta 66!
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