Gallup es el último pueblo de New Mexico. Así que al levantarnos nos despedimos de las nubes simpsonianas, y nos adentramos en Arizona.
El paso de un estado a otro no era muy radical, el paisaje es bastante árido, muchas zonas rocosas y desierto por todos lados. Además es una zona de las tribus indias, entre las cuales recuerdo la de los navajos, y está lleno de tiendas en medio de la nada con artesanía india y casinos indios. Lo que nos contaron los fontaneros de Colorado era que tras el robo de las tierras de los americanos a los indios, aquéllos les dejaron un “trocito” de tierra en medio del desierto, siendo los únicos en USA que tienen ese privilegio (ya que el juego está prohibido en la mayor parte de los estados), en fin, los pobrecines viven de eso y de vender collares. Aunque tb es cierto que la vida allí es otra historia, casi podría decirse que son autosuficientes.
En fin, que me enrollo como las persianas, nos fuimos directos a un parque natural: el Petrified Forest y el Paint Desert, que nos pareció precioso (claro que os recomiendo verlo antes de ir al cañón, que es un paisaje que hace sombra a cualquiera!). Juraría que la entrada al parque eran 10 $ por coche. El primero que vimos fue el desierto pintado, era un desierto de rocas con colores preciosos, y el segundo era un parque lleno de árboles que se habían convertido en piedra de los años que habían pasado.
Por desgracia no tenemos fotos de esa visita pues estaban en la memoria de la réflex… y es una verdadera pena, porq hicimos unas fotos preciosas...os pongo unas que no son mías para que os hagáis una idea de lo bonito que era.
Lo único que conservo es una foto de la antigua ruta con un coche de los años 20 (como la abuelita de cars).
Ah! Una cosa que nos pasó antes de entrar al parque es que improvisamos una ruta que marcaba nuestra guía (por cierto, no os lo comenté, pero en Chicago compramos la Guía Adventure Handbook-Route 66 que nos costó la mitad de lo que costaba en España, la última edición que tenía dibujado tramos de la antigua ruta).
Bueno, lo que os comentaba, que en la guía se hablaba de un tramo de carretera que se había desdibujado totalmente, pero que merecía la pena seguir porq terminaba en un lugar con vistas preciosas, pero nos advertían que el camino era peligroso porq estaba sin asfaltar.
EL caso es que entramos a la R66 por la salida 320 de la I-40, y en un principio íbamos siguiendo las indicaciones muy bien, pero luego nos metimos por una zona impracticable y pensando que nos habíamos equivocado paramos a inspeccionar el terreno. Xevi se adelantó un poco yo le estaba haciéndole ráfagas de fotos desde el capó del coche, y de repente le veo pegar un salto a lo lejos, luego otro, y luego le veo que viene corriendo hacia el coche y me dice entra rápido y cierra las puertas!!!!
¿Qué pasa?! (le digo), pues resulta que ir andando para ver si el camino continuaba, se le clavó el pie entre el barro y apareció un escorpión!!! Del susto, pegó un salto y cayó sobre una piedra de la que salió una serpiente, así que visto lo visto decidió que el año que repitiésemos la ruta con un 4x4 haríamos ese tramo, mientras tanto seguiríamos por la interestatal.
Al terminar de ver el parque estábamos sedientos y hambrientos, así que nos paramos en Holbrook a comer. Vimos un sitio que por fuera tenía buena pinta, pero lo cierto es que no nos gustó nada…Os pongo la foto del sitio, por si lo reconocéis, para que NO VAYÁIS!! Encima los tíos tenían un cartelote publicitando su comida como la mejor de la zona, no os fieis!
Aprovechando que estábamos en Holbrook, fuimos a buscar el motel de las teepees. En la peli de cars imitan ese motel pero en lugar de tiendas de indios las habitaciones son conos de señalización de carretera.
Después fuimos a ver el famoso cartel de Jackrabbit, del cual tampoco tenemos foto…(está en la salida 269 de la I-40). En realidad no tiene ningún misterio, es muy estético y las fotos con la gafa de sol que nos dejó Miguelín eran muy chulas, pero bueno, alguien las estará disfrutando ya que yo no.
Pasamos por Winslow, y ya era tarde para parar a ver la huella del meteorito gigante que cayó hace millones de años sobre Arizona (leí en algún blog que no era muy recomendable, entrada cara y después de ver petrified con poco interés paisajístico).
En la salida 211 a la altura de Winona salimos de la I-40 hacia un tramo de R66 que se conservaba muy bien. Mereció muchísimo la pena (os lo recomiendo 100%) porque el cambio de paisaje es brrrrutal!!! De repente se vuelve totalmente frondoso, lleno de grandes pinos, y el tramo antiguo es chulísimo, se mantienen los antiguos puentes de hierro, de los cuales 8siento repetirme chicos) tampooooooooooco tengo fotos porq las perdí!!
Al final de la R66 se coge la US 89 hacia la izquierda, dirección Flagstaff. Allí nos dirigimos, a la aventura total porq no teníamos reservado nada, como era lo habitual pero con el hándicap de que llegamos tarde y además es una ciudad turística donde iba a ser complicado encontrar algo.
Al llegar, aparcamos y nos pusimos a buscar motel. Flagstaff es muy distinta a las ciudades de la ruta, es un pueblecito de montaña precioso, con mucho turismo familiar, y además nos llevamos la sorpresa de que era una ciudad universitaria y estaba llena de estudiantes que empezaban el curso ese mismo lunes.
Encontramos sitio en un motel que funcionaba de youth hostel, super bien de precio, (Du Beau), con baño propio y una chica que atendía maja, majísima. Pues nada, nos instalamos, nos dimos una duchita y nos dirigimos al centro a inspeccionar restaurantes y zonas de marcha.
EL sitio que nos recomendó la chica del motel estaba lleno de estudiantes, así que acabamos en una pizzería. Salimos de marcha, conocimos a una militar (era igualita que Michelle Rodriguez) y estaba pirada (tipo me enciendo un cigarro, le doy una calada, lo tiro, me enciendo otro…). En el bar donde la conocimos vimos un cartel muy “gracioso”, de lejos parecía que indicaba “prohibido fumar”, pero en realidad lo que ponía era…
Lo peor de todo es que nos pusimos a hablar con los puertas y empezaron a decir que les parecía absurdo que les prohibieran llevar armas, tipo “para nosotros es como llevar el mechero en el bolsillo”. Muuuuuuuuuu fuerte.
Luego fuimos a un par de bares más, Xevi me llevó a uno donde daban un concierto de hard rock, masa para mi, así que yo le llevé después a uno de música country, donde las parejas de estudiantes bailaban como si fueran una mezcla de Coyote Dux y rockabillis. En fin, muy folklórico.
Yo no me emborrache lo suficiente (para desgracia de mi marido) porque me quedé con las ganas de ponerme a bailar con ellos.
Hale, a mimir, que mañana vamos al Gran Cañon!!
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