Definitivamente Las Vegas requiere una visita de varios días…tendremos que volver para hacer muchas cosas
pendientes que se quedaron en el tintero, como ir a una pool party, casarnos
vestidos de Elvis, ir a ver el show de George Wallace, organizar una despedida de solter@...
Desayunamos en el hotel un café con sabor a vainilla y
cacahuetes y una cookie con trocitos de cacahuete…jolín, tengo debilidad por el
cacawué, que le voy a hacer.
En fin, hoy tocaba cambio de coche, abandonábamos con mucha
pena a nuestro querido Néstor, pena que pasó rápidamente cuando los del
alquiler de coche nos dijeron que por un problema de disponibilidad no les
quedaba el modelo de coche que habíamos pedido y que, sintiéndolo mucho, nos
tenían que dar un descapotable de un modelo superior por el mismo precio, yujuuuuuu!!!
Allí apareció él, nuestro pequeño Llátser, rojo pasión, con
ese caballito trotando en el frontal, y esos ojazos grandes…ais Anita B., tú
adoras tu Harley, pero a mí se me caía la baba con este Mustang descapotable:
Nos dimos una vueltecita por la Strip
y regresamos al hotel, a tirarnos a la bartola y disfrutar
del desierto de Nevada con una buena cuba de cervezas fresquitas al lado de la
tumbona. La piscina del Flamingo era American Pie total, musicote discotequíl a
todo trapo, americanos histriónicos bailando en el agua con una copa en la
mano, todos estupendamente perfectos, etc.
Por la tarde decidimos que era hora de irnos, más que nada
porque si no, no llegábamos a dormir a Barstow, nuestro siguiente destino en
California. Así que nos subimos a nuestro pequeñín y emprendimos camino por la
Strip hacia california. En la parte final de la Strip se encuentra el downtown de Las Vegas, está chulísimo, muy retro todo ya que es la parte más antigua de la ciudad y es donde se encuentran
todas las capillas. No pudimos casarnos en el túnel del amor, porque decidimos
renunciar por un día piscinero, pero volveremos a casarnos vestidos de Elvis y
Marilyn no os creais!!!
De camino a Bartow pudimos contemplar una de las más bonitas
puestas de sol que he visto montada en un Mustang descapotado en mi vida ;P
delante nuestro el sol naranja, detrás dejábamos las Vegas con un color púrpura
y rosado preciosos. De repente vi un cartel publicitario por la Interestatal 15
(en USA no hay prohibición de carteles publicitarios en carretera) que
anunciaba el dinner Peggy Sue cerca de Barstow (el de verdad!!!), menuda
alegría me dio, yo había perdido la esperanza de comer allí, y nooooooo!!! Así que
allí nos fuimos!
Coke de vainilla al más puro estilo Vincent Vega, y unas
hamburgesas de muerrrrrrrrrrrte!! (aunque sigo pensando que las de Amarillo son
insuperables, seguidas por las que probamos en el 230 de la 5th Avenue)
Después de la cenita nos fuimos a Barstow a buscar un motel…ya
era de noche, y Barstow estaba muerto…como siempre, una ciudad que crecía alrededor
de una carretera general llena de moteles. Waw!!
Dimos la vuelta de rigor oteando un motel barato, limpio y
con piscina, y lo encontramos!!! Era tarde para el baño pero nos daríamos uno
por la mañanita antes de irnos a Los Angeles.
Buenas noches.