Llegamos a Amarillo con la Southwest, a mi me gustó muchísimo, sobretodo me enamoré del color de los aviones, y despues de la mala esperiencia de American Airlines, nos pareció una compañia super lujosa.
Hicimos escala en Denver (Colorado) y encontramos un bar dentro del aeropuerto donde se podía beber y fumar, y de la emoción casi perdemos el vuelo, llegamos in extremis, estaban todos los pasajeros subidos y cerrando el embarque. El aeropuerto de Amarillo era muy chiquitín, y ya solo salir a la calle notabas el golpe de calor del desierto, y a los auténticos tejanos: saliendo por la puerta el típico señor con sombrero y botas de cowboy echando un escupitajo en el suelo. Allí recogimos a nuestro Néstor (un Chevrolet Impala negro), compañero de viaje hasta Las Vegas. Los que han cogido alguna vez un automático imaginarán las dificultades que tuvimos con el embrague y el freno, y lo complicado que es dejar quieta la pierna izquierda, que tiende a frenar como si estuviera embragando; eso unido a las diferencias de tráfico entre Europa y USA hizo nuestra llegada al BIG TEXAN bastante divertida.
Antes del viaje habíamos decidido improvisar las paradas de la ruta, y solamente teníamos reserva en el Cañon, en Las Vegas y en L.A. De modo que ahora nos tocaba tomar la primera decisión rutera: haciamos noche en Amarillo, o intentábamos continuar a Tucumcari. Estabamos eufóricos y nos apetecía inspeccionar tranquilamente nuestra primera parada rutera, así que preguntamos en Big Texan y nos dieron una habitación sin problemas, por muy buen precio y todo lo hortera que se podía esperar de ese sitio (ahora sí, muy limpia).
Comimos carne tejana en el Big Texan, aunque no encontramos a nadie que se atreviera con las 72 onzas de carne :( Para aquellos que no lo sabéis, en este sitio te regalan el plato si eres capaz de comerte 2 kilos de carne (ver episodio de los Simpson donde Homer pierde contra el camionero)
Nos dimos un bañito en la piscina del hotel, que tenía forma de estado de Texas (yo estoy justo en Amarillo)
En la piscina coincidimos con un grupo de moteros que estaban atiborrandose a cervezas, y venían de Noruega y hacían la ruta en Harley, llevaban camionetas de apoyo, y nos los encontramos un montón de veces a lo largo del camino.
Despues del bañito, y algo más fresquitos, decidimos ir al centro de la ciudad por donde transcurría la antigua Ruta 66, actualmente era la calle principal de la ciudad. Nos sorprendimos al descubrir (y luego se confirmaría en el resto de ciudades) que en USA la ciudad crece a lo largo de una carretera general (en este caso la 66) con algún comercio, restaurantes y moteles, y eso es todo!!! el resto son casas alejadas del centro que cada uno se construye sin urbanísmo alguno en un trozo de parcela. En fin, las fotos de la ciudad y las casas no las tenemos (ya sabéis, la tarjeta), pero sí tenemos algún recuerdo de nuestro momento cervecero con nuestros amigos tejanos y unos moteros que estaban de cervezas, pero moteros de verdad de la buena de Amarillo. Esa noche hubo tormenta...mmmm, me encantan las tormentas de verano, el local de música en directo tenía un ventanal enorme abierto de par en par y se veían los relámpagos y se olía la lluvia mojada sobre el asfalto...qué momentos!!!
Xevi, como siempre, se hizo colega de unos chicos que habían en el local, que nos recomendaron sitios donde ir al día siguiente, y sobretodo donde comprar una guitarra.
Se nos hizo tarde, y decidimos irnos ya que al día siguiente nos esperaba recorrer el primer tramo de la ruta!
Diooos Reg... quieres matarme o que? Esas fotos de moteros me han dejado hecha polvo... yo quierooo!!!
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