miércoles, 14 de marzo de 2012

Día 9-martes 30 de agosto Kingman (Arizona)- LAS VEGAS (Nevada)

Si tuviera que elegir un día de la Ruta 66, yo creo que elegiría este, el camino que hicimos de Kingman a Las Vegas es increíble!

Lo normal hubiera sido ir por la 93, que nos lleva directos a las Vegas y pasa por la presa Hoover, una de las presas más grandes del mundo. Pero en nuestro super libro de la R66 vimos que había un tramo de la ruta que se mantenía intacto, y en el último momento decidimos modificar el recorrido.
Eso implicaba tardar más en llegar, y atravesar el desierto del Mojave, llegar a Needles (ya en California) haciendo un tramo de la Interestatal 40 y de ahí subir por la 95 hasta Nevada.

Desayunamos en Kingman y salimos para el desierto, a la media hora nos dimos cuenta de que no habíamos llenado el depósito de gasolina, y como estábamos en medio de la nada, tuvimos que volver. Empezamos bien, eh? Bueno, esto fue como el día de la marmota, a repetir el caminito!
La temperatura iba subiendo por momentos…



Llegamos a alcanzar los 117 F (50 º C aprox). El desierto era una pasada, un paisaje precioso, estaba lleno de neumáticos reventados a los lados de la carretera y de vez en cuando se veían casas prefabricadas a lo lejos, y buzones de los indios del mojave.



Hacía muuuuuuuuuuuuuucho calor. A media mañana llegamos a Oatman, un gosht town, que en su día fue un pueblo minero (de los de las minas de oro de los vaqueros) y que había sido abandonado, y años después lo habían rehabilitado para el poco turismo que llega hasta allí. Como anécdota deciros que Clark Gable pasó allí su luna de miel y que se rodaron escenas de la peli Easy Rider (la peli de Dennis Hoper de joven, en la que hace de motero hippie).

Nos tomamos una Coke y continuamos el camino. Por cierto…esto es lo que nos encontramos a la salida del pueblo fantasma. Estaba lleno!!!

En este tramo de la ruta había muchísimos moteros de Harleys, y el camino era precioso, lleno de curvas y montañoso.
Se veía la antigua mina, y coches antiguos que se había despeñado y ahí se habían quedado.
Luego llegamos a una zona más llana, y paramos a hacer el canelo, unas fotitos para cuando montemos un grupo tener nuestra foto de portada.

Continuamos hasta Needles, el paisaje empezó a suavizarse, por ahí pasaba el río Colorado (que ya no tenía ese color rojo que coge en el Cañon).

Teníamos muchísima hambre, y a mí me sonaba haber leído en algún sitio que cerca de Needles había un diner super auténtico llamado Peggy Sue, así que nos pusimos como locos a buscarlo, pero no hubo manera (días después averiguaríamos que estaba en la otra punta!)
El caso es que encontramos una alternativa y la comida estaba tan buena que no llegué a tiempo de fotografiarla.

Y luego rumbo a Las Vegas!!!! Como siempre con mis adorados trenes de mercancías. EN este caso estuvimos como 20 minutos esperando a que pasaran los trenes, porque cuando acabó de pasar uno, se cruzó otro en sentido contrario!! Me hacían los ojos chiribitas…Xevi, sin embargo estaba desesperadete.

Llegamos a las Vegas al final de la tarde, nos alojábamos en el Flamingo, fue super gracioso porque hay tantas habitaciones (más de 2000) que para hacer el registro tienes que hacer cola como si fueras a hacer el Check-in en el aeropuerto!! Ponen la típica hilera de vallas de las colas de los parques de atracciones, en fin, a lo bestiaaaaaa. La habitación era chulíiiiiiiiiiiisima, y nos costó dos duros por ebooking!! Y teníamos parking, algo súper necesario porq es impoble aparcar en la Strip.

Nos dimos una duchita y prepararnos para una salida nocturna por la ciudad del vicio. Le metí una caña a Xevi impresionante, nos recorrimos prácticamente toda la Strip con parada y fonda en todos los hoteles-casino más temáticos (el hotel de parís, el de NY, el Bellagio con sus fuentes, el MGM, el Planet Hollywood. En todos ellos una cervecita y una partidita de poker ;) Despues de cenar en el Caesar Palace acabamos en nuestro hotel jugando al poker (yo en las máquinas tragaperras) y Xevi en una partida privada en plan peli americana.

A dormir que mañana dejamos a nuestro querido Néstor, le vamos a echar de menos después de todo lo que nos ha acompañado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario