martes, 20 de diciembre de 2011

Día 6: Sábado 27 de agosto-de Gallup a FLAGSTAFF (ARIZONA)

Gallup es el último pueblo de New Mexico. Así que al levantarnos nos despedimos de las nubes simpsonianas, y nos adentramos en Arizona.

El paso de un estado a otro no era muy radical, el paisaje es bastante árido, muchas zonas rocosas y desierto por todos lados. Además es una zona de las tribus indias, entre las cuales recuerdo la de los navajos, y está lleno de tiendas en medio de la nada con artesanía india y casinos indios. Lo que nos contaron los fontaneros de Colorado era que tras el robo de las tierras de los americanos a los indios, aquéllos les dejaron un “trocito” de tierra en medio del desierto, siendo los únicos en USA que tienen ese privilegio (ya que el juego está prohibido en la mayor parte de los estados), en fin, los pobrecines viven de eso y de vender collares. Aunque tb es cierto que la vida allí es otra historia, casi podría decirse que son autosuficientes.



En fin, que me enrollo como las persianas, nos fuimos directos a un parque natural: el Petrified Forest y el Paint Desert, que nos pareció precioso (claro que os recomiendo verlo antes de ir al cañón, que es un paisaje que hace sombra a cualquiera!). Juraría que la entrada al parque eran 10 $ por coche. El primero que vimos fue el desierto pintado, era un desierto de rocas con colores preciosos, y el segundo era un parque lleno de árboles que se habían convertido en piedra de los años que habían pasado.
Por desgracia no tenemos fotos de esa visita pues estaban en la memoria de la réflex… y es una verdadera pena, porq hicimos unas fotos preciosas...os pongo unas que no son mías para que os hagáis una idea de lo bonito que era.



Lo único que conservo es una foto de la antigua ruta con un coche de los años 20 (como la abuelita de cars).
Ah! Una cosa que nos pasó antes de entrar al parque es que improvisamos una ruta que marcaba nuestra guía (por cierto, no os lo comenté, pero en Chicago compramos la Guía Adventure Handbook-Route 66 que nos costó la mitad de lo que costaba en España, la última edición que tenía dibujado tramos de la antigua ruta).
Bueno, lo que os comentaba, que en la guía se hablaba de un tramo de carretera que se había desdibujado totalmente, pero que merecía la pena seguir porq terminaba en un lugar con vistas preciosas, pero nos advertían que el camino era peligroso porq estaba sin asfaltar.
EL caso es que entramos a la R66 por la salida 320 de la I-40, y en un principio íbamos siguiendo las indicaciones muy bien, pero luego nos metimos por una zona impracticable y pensando que nos habíamos equivocado paramos a inspeccionar el terreno. Xevi se adelantó un poco yo le estaba haciéndole ráfagas de fotos desde el capó del coche, y de repente le veo pegar un salto a lo lejos, luego otro, y luego le veo que viene corriendo hacia el coche y me dice entra rápido y cierra las puertas!!!!
¿Qué pasa?! (le digo), pues resulta que ir andando para ver si el camino continuaba, se le clavó el pie entre el barro y apareció un escorpión!!! Del susto, pegó un salto y cayó sobre una piedra de la que salió una serpiente, así que visto lo visto decidió que el año que repitiésemos la ruta con un 4x4 haríamos ese tramo, mientras tanto seguiríamos por la interestatal.
Al terminar de ver el parque estábamos sedientos y hambrientos, así que nos paramos en Holbrook a comer. Vimos un sitio que por fuera tenía buena pinta, pero lo cierto es que no nos gustó nada…Os pongo la foto del sitio, por si lo reconocéis, para que NO VAYÁIS!! Encima los tíos tenían un cartelote publicitando su comida como la mejor de la zona, no os fieis!

Aprovechando que estábamos en Holbrook, fuimos a buscar el motel de las teepees. En la peli de cars imitan ese motel pero en lugar de tiendas de indios las habitaciones son conos de señalización de carretera.

Después fuimos a ver el famoso cartel de Jackrabbit, del cual tampoco tenemos foto…(está en la salida 269 de la I-40). En realidad no tiene ningún misterio, es muy estético y las fotos con la gafa de sol que nos dejó Miguelín eran muy chulas, pero bueno, alguien las estará disfrutando ya que yo no.

Pasamos por Winslow, y ya era tarde para parar a ver la huella del meteorito gigante que cayó hace millones de años sobre Arizona (leí en algún blog que no era muy recomendable, entrada cara y después de ver petrified con poco interés paisajístico).
En la salida 211 a la altura de Winona salimos de la I-40 hacia un tramo de R66 que se conservaba muy bien. Mereció muchísimo la pena (os lo recomiendo 100%) porque el cambio de paisaje es brrrrutal!!! De repente se vuelve totalmente frondoso, lleno de grandes pinos, y el tramo antiguo es chulísimo, se mantienen los antiguos puentes de hierro, de los cuales 8siento repetirme chicos) tampooooooooooco tengo fotos porq las perdí!!
Al final de la R66 se coge la US 89 hacia la izquierda, dirección Flagstaff. Allí nos dirigimos, a la aventura total porq no teníamos reservado nada, como era lo habitual pero con el hándicap de que llegamos tarde y además es una ciudad turística donde iba a ser complicado encontrar algo.
Al llegar, aparcamos y nos pusimos a buscar motel. Flagstaff es muy distinta a las ciudades de la ruta, es un pueblecito de montaña precioso, con mucho turismo familiar,  y además nos llevamos la sorpresa de que era una ciudad universitaria y estaba llena de estudiantes que empezaban el curso ese mismo lunes.
Encontramos sitio en un motel que funcionaba de youth hostel, super bien de precio, (Du Beau), con baño propio y una chica que atendía maja, majísima. Pues nada, nos instalamos, nos dimos una duchita y nos dirigimos al centro a inspeccionar restaurantes y zonas de marcha.


EL sitio que nos recomendó la chica del motel estaba lleno de estudiantes, así que acabamos en una pizzería. Salimos de marcha, conocimos a una militar (era igualita que Michelle Rodriguez) y estaba pirada (tipo me enciendo un cigarro, le doy una calada, lo tiro, me enciendo otro…). En el bar donde la conocimos vimos un cartel muy “gracioso”, de lejos parecía que indicaba “prohibido fumar”, pero en realidad lo que ponía era…

Lo peor de todo es que nos pusimos a hablar con los puertas y empezaron a decir que les parecía absurdo que les prohibieran llevar armas, tipo “para nosotros es como llevar el mechero en el bolsillo”. Muuuuuuuuuu fuerte.
Luego fuimos a un par de bares más, Xevi me llevó a uno donde daban un concierto de hard rock, masa para mi, así que yo le llevé después a uno de música country, donde las parejas de estudiantes bailaban como si fueran una mezcla de Coyote Dux y rockabillis. En fin, muy folklórico.
Yo no me emborrache lo suficiente (para desgracia de mi marido) porque me quedé con las ganas de ponerme a bailar con ellos.
Hale, a mimir, que mañana vamos al Gran Cañon!!

martes, 8 de noviembre de 2011

Día 5: Viernes 26 de agosto-de Santa Fe a GALLUP (NEW MEXICO)

Amanece un día más en la vieja 66, nos despertamos prontito pues hoy nos espera un día duro, cruzarnos tooodo New México e intentar llegar hasta Arizona.
Yo no las tenía todas conmigo porque era un camino largo, pero había leido en algún blog que Gallup (último pueblo de NM)  era una ciudad solitaria, inhóspita y no muy recomendable (con marcas de balas en los escaparates de las tiendas), y por eso teníamos intención de llegar un poco más lejos para no tener que pasar noche allí. Al final resultó que Gallup nos encantó, como ciudad es verdad que no tenía nada, pero nos lo pasamos genial la tarde-noche que pasamos allí!
En fin, amanecimos en el Super8, nuestro primer de carretera de verdad, con ese regusto a ranciete de los moteles de carretera (el Big Texan era demasiado cool).
De ahí nos fuimos al centro de Santa Fe a desayunar como verdaderos mariachis, un burrito picante.
Luego fuimos a darle de comer a Néstor, lleno del todo menos de 40 euritos, la gasolina en USA es barata, y de muuuuuuuuuuuuuu mala calidad, no me extraña que no quieran suscribir el protocolo de Kioto, se pasan las emisiones de co2 por el forro.
Empezamos la ruta tomando una decisión: parar o no parar en Madrid. Yo tenía ganas porq lo había visto en el blog de Esther y era igualito que en la peli de Cerdos Salvajes, pero finalmente decidimos bajar por la I-25 y llegar a comer a Albuquerque, ya que luego teníamos un tramo largo hasta Gallup y no queríamos que se nos hiciera tan tarde como el día anterior.
El viaje se caracterizó por tres cosas:
1.       Descubrí mi amor desmesurado por los trenes de mercancías. La vía nace en Santa Fe y llega hasta California, y los trenes de mercancías nos acompañaron toooooooda la ruta. Xevi estaba celoso porq cada vez que veía uno gritaba como posesa de la emoción: ¡Mira Xof, mira un tren! Y claro, imagino que la primera vez gracia, pero 100 veces al día puede ser cargante…


2.       Xevi también me dio la tabarra, no os creáis, se paso todo el viaje hasta Albuquerque acabando sus frases con esta coletilla: …para algo soy el Alcalde de Albuquerque.
Para que no, pero estar todo el camino escuchando..yo no me he perdido, para algo soy el alcalde de Albuquerque…no me he quedado sin gasolina, porque soy el Alcalde de Albuquerque…vamos a parar a comer, que por eso soy el Alcalde de Albuquerque…en fin, para que dar más detalles, no?
3.       Pero si os creíais que iba a ganar él a pesado, estáis muy equivocados, porque yo tenía un as en la manga: las nubes de los Simpson!!! Efectivamente y como decía Esther, en NM las nubes son tan redonditas y esponjosas como las de la serie, así que me pase el viaje fotografiando nubes, entre tren y tren…y al camión del Diablo sobre ruedas que nos perseguía!!
Bueno, en Albuquerque paramos a comer en un diner muy chuli, la gente tenía en las mesas hamburguesas combinadas con batidos enoooooooooooormes coronados de nata montada, nos quedamos alucinados, pero recordamos que Vincent Vega se sorprendía cuando Mia pedía para acompañar la cena un batido de 5 dolares, así que por muy raro que nos pareciera, decidimos comer con un buen batido de 5 dolares al más puro estilo Pulp Fiction!!! El mío era de frutas del bosque con galletas oreo, y el de Xef de banana con crema de cacahuete, no se cual estaba mejor….unas bombas, pero con un sabor insuperable!!


Como el viaje de la ruta lo organicé yo 100% y Xevi quería aportar su granito de arena decidió crear una ruta alternativa hacía Las Lunas, (la antigua antigua ruta 66 pasaba por las Lunas al sur de Albuquerque, pero luego se modificó, aunque todavía se conserva un tramo de la ruta que pasa por allí). El caso es que nos perdimos, así que imaginaos el éxito de la ruta alternativa. Lo único bueno de este tramo fue que cruzamos el río Grande! Despues de tragarme tantas pelis de John Wayne obligada por mi padre cuando era pequeña era un lujo para mi atravesarlo!!
Bueno, el desierto de NM estaba lleno de casinos indios, también como en los Simpson, a media tarde paramos en Grants, allí compramos una cuerda para que Xevi se pudiera colgar a Aime.
Y encontramos un antro de mala muerte, en el que había tres personas: uno era el dueño, otro la mujer del dueño, y el tercero, un indio (jefe indio) que jugaba al billar con el dueño del bar. Con toda esta clientela, imaginaos cuando nos asomamos por la puerta preguntando si podíamos fumar dentro. Estaban tan desesperados que dijeron que sí, y luego estaba el bar lleno de carteles de “prohibido fumar”!! Los tíos eran super majos, como siempre, el indio era silencioso y observador…como los de las pelis…la barra estaba totalmente forrada con billetes de un dólar dedicados. Nos pareció super original, aunq después de esto vimos un par de bares en la ruta con el mismo decorado.

Continuamos de ruta hasta Gallup, y buscamos un motel con piscinita, allí había unos hermanos que eran fontaneros que venían de Colorado para hacer un trabajo en Gallup, estaban borrachos como cubas y se pusieron a cantar con nosotros, nos invitaron a cervezas y Xevi tocó la guitarrita hasta que anocheció, nos lo pasamos muy bien.
Como premio decidimos irnos a cenar al motel el Rancho, nos lo había recomendado la pareja del bar de Grants, y nos contaron que era famoso porq era donde se alojaban los actores de Hollywood que iban a NM a rodar películas de vaqueros. Comimos fenomenal (nuestro última comida mejicana), y luego nos tomamos unos cubatitas en la terraza del hotel. Desde ahí vimos 3 persecuciones con coches de policías, una de ellas paró justo en la acera de en frente del hotel, dos coches de policía flanqueando al coche perseguido, con unos focos enorrrrrrrrrrmes, estuvieron casi 3 cuartos de hora cacheándoles, daba miedito, la verdad. Además, el barman nos dijo que si queríamos fumar y salíamos a la terraza escondiéramos las bebidas porque no se puede beber en la calle, aunque sea en la terraza del hotel, y con tanta policía pasando estábamos acojonaus! (y un poco pedos…)



En fin, así pasamos una noche más en la Ruta 66!

miércoles, 19 de octubre de 2011

Día 4: Jueves 25 de agosto-de Amarillo a SANTA FE (New Mexico)

Bueno, pues como veis con este día me ha costado ponerme, ya que me da mucha penita pensar en todas las fotos que he perdido de este tramo. Para mí fue el mejor día, empezamos la ruta en coche, y estaba entusiasmada con la aventura road trip, parabamos en tooooooooooooooodos los pueblos, y en todos los hitos importantes de la 66.

Para empezar nos hicimos con Ame, (así pronuncian Amarillo los yanquis: Eimeruelo) que nos acompañó y amenizó todo el viaje hasta New York y se vino a España:


Emprendimos nuestra camino hacia Santa Fe, y la primera parada fue Cadillac Ranch, una excentricidad de un millonetis que en los años 70 y debido al declive de la R66 decidió rendirla tributo y montar una turistada que motivara a los que pasaban por allí. La verdad es que no se que impresiona más, si los cadillacs incrustados en medio del desierto, o los botes de graffiti que forman una alfombra alrededor…me da mucha penita lo de mi cámara, porque aquí hice muchas pruebas con el filtro que nos había dejado Colomerini, y con el trípode, y las fotos salieron muy artísticas.


Acto seguido nos fuimos a Adrian, el que se supone Midpoint de la Ruta (aunque también exige este título Vega). En Adrian está el Midpoint Café, una cafeteria typical american, donde hacen unas tartas espectaculares: nos zampamos una a media mañana de crema de cacahuete, que estaba de vicio. Y después nos salimos a la gasolinera abandonada que está al lado a cantar un blues…

Cuando el blues entra por la puerta, la tristeza sale por la ventana
Cuando el blues entra por la puerta, la tristeza sale por la ventana
a veces hace falta eso desde primera hora de la mañana

Qué momento!!! Baila que te baila al son de la guitarra!


Siguiente parada, Vega: otro pueblecito chiquitín donde no vimos un alma.


Después paramos en Glenrio, un ghost town súper auténtico formado por un motel y una gasolinera abandonados y una infinidad de árboles inclinados, que se han ido deformando por la fuerza del viento.


Glenrio es el último pueblo de Texas, de hecho el motel abandonado, según por donde vengas se presentaba como el primer o el último motel de Texas. Esto lo se porq en la guia que teníamos se veía el cartel desde los dos lados, pero ahora ya no se ve entero, está medio roto.

El primer pueblo de New México en el que paramos fue Tucumcari, yo tenía ganas porque había fichado un motel muy chulo, en el que nos hubiéramos quedado a dormir de no haber pasado noche en Amarillo.


Bueno, al ritmo que llevábamos de paradas, podéis imaginaros a qué hora comimos…encontramos un sitio de comida mexicana que se llamaba La Cita, y en fin, estaba genial. Tucumcari era super rutero, lleno de moteles con estética retro, pero teníamos demasiada hambre y ya estábamos muy cansados, y nos quedaba más de la mitad del camino!!!!



Siguiente parada Santa Rosa,  creo recordar que íbamos tras la búsqueda de un lago azul y muy apetecible que no llegamos a conocer, fue una de las múltiples veces que nos perdimos en un pueblo…nadie es perfecto! De ahí subimos a Las Vegas por un desvío de la I-40, el camino fue precioso, conduje yo y me las vi canutas con el coche automático. Era un paisaje bastante frondoso para lo que habíamos visto hasta ahora, y lo disfrutamos un montón. Estaba lleno de ranchos, y no había ni Harry en la carretera…alguna camioneta que otra, y poco más.

Cuando llegamos a Las Vegas (no confundir con la ciudad de Nevada), era ya tarde, creo recordar que intentamos ir a una especie de parque natural con unas ruinas, se llamaba Pecos, o algo así…con ruinas de la época de la colonización española. Pero no pudimos entrar porque estaban cerrando.

Continuamos en ruta hacia Santa Fe, y una vez allí empezamos a buscar hostal, dimos un paseo por el centro del poble, y nos dimos cuenta de que nos habían regalado una hora al entrar en el estado de Nuevo México.

N.M. era muy bonito, pero la verdad es que no es de las ciudades que más nos gustó, era un poco pija la verdad, se ve que los ricos de Colorado pasan allí las vacaciones de verano, y había mucho snob, mucha galería de arte, y mucho vagabundo borracho, que alternaba con vagabundos más agradables que se plantaban en medio de la plaza del poble a tocar música en directo.

Nos acostamos sin cenar, estábamos todavía haciendo la digestión del desayuno del Big Texan que no fue poco, la tartade Adrian, deeeeeeeeeeeensa tarta de mantequilla de cacahuete con base de galleta mantequillosa machacada, deliciosa, conste, y los nachos, jalapeños, burritos y demás combo de comida mexicana que nos pedimos en la Tucumcari…

Pues nada, chicos, con esto termino el día 4, ya habeis visto lo triste que ha sido poner ni una mísera foto nuestra en este post, pero es que no tengo ni una!!! Ahora, no os creais que me importa, así tengo una nueva excusa para repetir!!!!!

Hasta otra.

domingo, 2 de octubre de 2011

Día 3: Miercoles 24 de agosto-de Chicago a AMARILLO (TEXAS)

Despues de nuestra visita a Texas, entendí porque Arenita la echa tanto de menos. Es simplemente alucinante, tan auténtico, tan vaquero.
Llegamos a Amarillo con la Southwest, a mi me gustó muchísimo, sobretodo me enamoré del color de los aviones, y despues de la mala esperiencia de American Airlines, nos pareció una compañia super lujosa.
Hicimos escala en Denver (Colorado) y encontramos un bar dentro del aeropuerto donde se podía beber y fumar, y de la emoción casi perdemos el vuelo, llegamos in extremis, estaban todos los pasajeros subidos y cerrando el embarque. El aeropuerto de Amarillo era muy chiquitín, y ya solo salir a la calle notabas el golpe de calor del desierto, y a los auténticos tejanos: saliendo por la puerta el típico señor con sombrero y botas de cowboy echando un escupitajo en el suelo. Allí recogimos a nuestro Néstor (un Chevrolet Impala negro), compañero de viaje hasta Las Vegas. Los que han cogido alguna vez un automático imaginarán las dificultades que tuvimos con el embrague y el freno, y lo complicado que es dejar quieta la pierna izquierda, que tiende a frenar como si estuviera embragando; eso unido a las diferencias de tráfico entre Europa y USA hizo nuestra llegada al BIG TEXAN bastante divertida.

Antes del viaje habíamos decidido improvisar las paradas de la ruta, y solamente teníamos reserva en el Cañon, en Las Vegas y en L.A. De modo que ahora nos tocaba tomar la primera decisión rutera: haciamos noche en Amarillo, o intentábamos continuar a Tucumcari. Estabamos eufóricos y nos apetecía inspeccionar tranquilamente nuestra primera parada rutera, así que preguntamos en Big Texan y nos dieron una habitación sin problemas, por muy buen precio y todo lo hortera que se podía esperar de ese sitio (ahora sí, muy limpia).
Comimos carne tejana en el Big Texan, aunque no encontramos a nadie que se atreviera con las 72 onzas de carne :( Para aquellos que no lo sabéis, en este sitio te regalan el plato si eres capaz de comerte 2 kilos de carne (ver episodio de los Simpson donde Homer pierde contra el camionero)

Nos dimos un bañito en la piscina del hotel, que tenía forma de estado de Texas (yo estoy justo en Amarillo)
En la piscina coincidimos con un grupo de moteros que estaban atiborrandose a cervezas, y venían de Noruega y hacían la ruta en Harley, llevaban camionetas de apoyo, y nos los encontramos un montón de veces a lo largo del camino.
Despues del bañito, y algo más fresquitos, decidimos ir al centro de la ciudad por donde transcurría la antigua Ruta 66, actualmente era la calle principal de la ciudad. Nos sorprendimos al descubrir (y luego se confirmaría en el resto de ciudades) que en USA la ciudad crece a lo largo de una carretera general (en este caso la 66) con algún comercio, restaurantes y moteles, y eso es todo!!! el resto son casas alejadas del centro que cada uno se construye sin urbanísmo alguno en un trozo de parcela. En fin, las fotos de la ciudad y las casas no las tenemos (ya sabéis, la tarjeta), pero sí tenemos algún recuerdo de nuestro momento cervecero con nuestros amigos tejanos y unos moteros que estaban de cervezas, pero moteros de verdad de la buena de Amarillo.


Bebiendo y bebiendo pasamos la tarde, hasta que llegó la hora de cenar...descubrimos la que sería "la mejor hamburguesa del viaje", con carne de buey super sabrosa!!!! la camarera era joven y luego nos llevó a un local con música en directo (eramos 4 gatos, los dos jóvenes del pueblo y nosotros!!)
Esa noche hubo tormenta...mmmm, me encantan las tormentas de verano, el local de música en directo tenía un ventanal enorme abierto de par en par y se veían los relámpagos y se olía la lluvia mojada sobre el asfalto...qué momentos!!!
Xevi, como siempre, se hizo colega de unos chicos que habían en el local, que nos recomendaron sitios donde ir al día siguiente, y sobretodo donde comprar una guitarra.
Se nos hizo tarde, y decidimos irnos ya que al día siguiente nos esperaba recorrer el primer tramo de la ruta!